CRÍTICA de...

...MAGGIE VE LA LUZ
21/abril/2008

Hay muchas formas de reaccionar cuando te despiden del trabajo y encima descubres que tu marido te ha sido infiel, pero abandonarse a las fantasías y las neurosis de Hollywood tal vez no sea la más corriente... ni la más sensata. Sin embargo, es justamente lo que ha decidido hacer Maggie. Maggie Walsh es irlandesa, tiene 33 años y lleva nueve casada con Garv. Siempre ha sido la buena de la familia, la juiciosa, la equilibrada. No es como sus otras cuatro hermanas, cuyas vidas siempre bordean el drama: Claire, abandonada por su marido, Rachel, ex yonqui, Anna una neohippy completamente fuera del mundo real, y Helen que es, algo inestable

Hasta que, de la noche a la mañana, por culpa de unas trufas de chocolate, decide terminar con su "perfecto" matrimonio y, poco después, aceptar la invitación de su mejor amiga. Y sin pensarlo dos veces, hace las maletas y cambia Dublín por Los Ángeles. En su aventura americana, Maggie empieza a llevar un tipo de vida despreocupada en el que puede tomar el sol cada día mientras bebe un martini tras otro. Conoce a los tipos más extraños e incluso tiene una experiencia lesbiana. La cosa se complica cuando la familia Walsh al completo decide acudir a rescatarla de lo que consideran el mal camino

Colaboradora:
Blumina

Lo primero que he de decir antes de nada es que adoro a Marian Keyes, así que si se me pasan las flores, bueno, ya sabéis la causa. También he de decir que de esta serie, que me he leído todos los publicados, mi favorito es y seguirá siendo Rachel se va de viaje, es un libro que me parece fabuloso, recomendable y casi hasta un deber el leerlo. Pero hoy en quien toca centrarse es en la hermana mediana de Rahel, Maggie.

Comparado con la de Rachel la verdad es que esta novela puede parecer mucho Más floja, pero aún así tiene su encanto. Igual que en todas las novelas de Keyes logra situaciones deternillantes y cinco segundos después hacernos llorar a lágrima viva (creo que es justo por eso que me encanta esta mujer). Sí que es cierto que una puede pensar que es bastante increíble que la tía después de ser tan modosa, tan responsable, tan... petarda, como la describían sus hermanas, pegue semejante giro a su vida. Hasta tal punto que se atreve a probar todos los palos... (y si en sudamérica esta expresión no se usa, la traduzco, que se atreve a cuestionarse su propia sexualidad). Pues eso, que puede parecer un tanto exagerado, pero yo creo que refleja bastante claramente como puede haber una depresión soterrada bajo capas de absoluta normalidad y el deseo de "echar una cana al aire". Y es que ciertamente alguien que parece tan centrado ha de estár muy, pero que muy machacado por dentro para acabar tan absolutamente perdido.

Y eso es lo que refleja esta novela, como hechos del pasado y del futuro pueden conjuntarse para echar por tierra todos los pilares que uno creía tener y hacerte perder pie hasta el punto de andar más perdida que un pulpo en un garaje. Así que sólo por el trasfondo, y por más o menos floja que pueda parecer, yo creo que merece la pena leer el libro. Y también porque lo pasas bien, y lo pasas mal, y al final te alegras de que consiga superarlo y vea una cierta luz al final del tunel. Y bueno, que logre también sobreponerse a la causa de todo lo que origina el asunto... Supongo que todo eso da esperanzas, al menos para mí las da, y ayuda a ver un poco de luz al final del tunel, aunque sea novela y sea ficción (conste que a Keyes le pirra introducir hechos de su vida en las novelas, supongo que la mayoría sabe que la historia de Rachel tiene que ver bastante con ella, puesto que es alcoholica...).

En fins... que me enrollo. Creo que ha quedado claro que, como toda novela de esta autora, Maggie ve la luz me ha encantado, que la recomiendo, aunque sólo sea por poder conocer más a fondo a la inigualable Mamá Walsh. Pero ¿y vosotras? ¿La recomendáis?