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La más joven de tres hermanas, Angela DeSaria Malone era siempre "la princesa" de la familia, una chica que creía que su vida sería: Escuela. Instituto. Boda. Maternidad. Así era la vida de sus hermanas, sus primos, sus amigos. Pero no fue de esa manera para Angie. Ella y su marido trataron de tener desesperadamente un niño; año tras año, su dormitorio infantil perfectamente decorado quedaba vacío. Finalmente, su matrimonio se desplomó bajo el peso de los sueños perdidos. Después del divorcio, Angie ha vuelto a su pueblo de origen. En West End, un lugar donde los sueños se cumplen y cambia el tiempo con las mareas, ella encontrará al hombre que abrirá una vez más su corazón. Y también encontrará el cariño de la hija que nunca tuvo...

Lauren Ribido vive en un pequeño apartamento de la peor zona del pueblo. Tiene diecisiete años y sabe que sus aspiraciones en la vida nunca la llevarán a tener un futuro mejor. En el momento en que se encuentran, Angie ve algo especial en Lauren. Ellas se encariñan rápidamente. Una mujer que anhela tener una hija y una chica que nunca ha sabido lo que es el amor de una madre. Cuando Lauren es abandonada por su madre, Angie no vacila en ofrecer a la chica un hogar donde vivir. Pero nada podría haber preparado a Angie para las repercusiones que tendría este acto de bondad. En una vuelta dramática de los acontecimientos, ella y Lauren tendrán que poner a prueba su cariño y descubrir el verdadero significado de ser una familia.

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Biografía

Nació en 1960, en septiembre, en el sur de California y creció en la playa, haciendo castillos de arena y surfeando. Con 8 años, se trasladó con sus padres y dos hermanos al oeste de Washington. Cuando estudiaba tercer año en la Facultad de Derecho, su madre, enferma de cancer, le dijo que deseaba que al terminar la carrera se convirtiera en escritora: «Durante los siguientes meses, todas las noches le traía docenas de páginas. Hablabamos, planeabamos y conspirabamos. Mi mami nunca consiguió leer esas palabras, pero en algún lugar ella lo sabe».

Después de la muerte de su madre guardó todos los bosquejos que habían escrito, terminó su carrera, se casó y empezó a trabajar. Fue durante su primer embarazo, que le recomendaron reposo absoluto cuando su marido le recordó el libro que había empezado con su madre. Revisó las cajas de material de investigación, las desempolvó, compró un ordenador, y empezó. Antes de que su hijo naciera, había terminado un borrador y encontrado una obsesión: escribir.

Los rechazos llegaron, pero cada uno de ellos la incitaba a trabajar más duro, hasta que en 1990 consiguió publicar y desde ese momento pasó de ser una jóven madre con el pasatiempo de escribir a ser un autor profesional.