MASCARADA PARA UN CONDE

 

GÉNERO: Romance historico

EDITORIAL: La Máquina China, 09/2009

ISBN: 978-84-9360564-3

 

Madrid, 1880. Mireya Guzmán de Veracruz tiene 20 años y pertenece a una familia de la más antigua aristocracia, pero completamente arruinada. Hasta el punto de que ella mantiene la casa con su trabajo de modista, de modo que las rentas de la familia paguen los estudios de su hermano.

Una de sus distracciones consiste en participar en la claque del Teatro Real por el precio de la entrada. Allí conoce casualmente a Irene de Lizana, una lejana parienta y amiga de su abuelo, quien le hace una proposición: dado que Mireya es extraordinariamente parecida a Martina, su nieta, que ha huido para evitar un matrimonio de compromiso, le ofrece pagar el montaje de una consulta a su hermano Alejandro a cambio de que Mireya se haga pasar por Martina durante dos semanas, de modo que el compromiso pueda romperse sin arruinar la reputación de Martina.

Mireya al principio no está muy convencida, pero en los días siguientes ella y todos sus vecinos reciben la visita del administrador del conde de Claradiel, el prometido de Martina. El administrador quiere comprar los pisos en que viven, y no duda en recurrir a las amenazas e incluso a la violencia. Cuando Alejandro recibe una paliza de los matones del administrador, Mireya acepta la propuesta de Irene, con el doble propósito de salvar su hogar y vengarse del conde.

Instaladas en la finca que Martina posee en Carabanchel, entre Mireya y Alonso (el conde), comienza un juego de malentendidos que se vuelve peligroso cuando un amigo de la auténtica Martina es asesinado y Alonso aparece como el principal sospechoso.

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Biografía

May Beneito nació en Valencia, un 26 de septiembre de 1966, y en Valencia sigue viviendo. Aprendió a leer a los cuatro años, y desde entonces es una lectora compulsiva. Aparte de eso, es enfermera, y le encanta su trabajo.

A veces tiene la impresión de que en una vida pasada fue juglar o cuentacuentos, porque nada le gusta más que una historia, tanto leerla, verla representar, como contarla. Desde pequeña las ha ido inventando, y al llegar a la adolescencia las fue escribiendo.

Le gustan las comedias de enredo, las historias de intriga, y la Historia con mayúsculas, pero no en el sentido de nombres y fechas, sino en el de cómo vivía la gente; su novela, Mascarada para un conde, es una buena prueba de todo lo que dice.