Críticas de
LA HUELLA DE UN BESO
Comedia Romántica
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Kurt es el braco alemán más perezoso que ha existido jamás. Max quiere escapar de la rutina, los traumas, la navidad y volar a Las Maldivas, pero ¿quién cuidará de Kurt mientras él esté de vacaciones? Katrin busca un pretexto para no pasar su 30 cumpleaños con sus padres, que no entienden cómo es posible que la hija perfecta siga soltera y sin compromiso. Su padre odia a los perros así que Kurt es la excusa perfecta. Kurt, Max y Katrin entrecruzan sus vidas en una refrescante comedia que Daniel Glattauer, de forma ágil e ingeniosa, cimienta con altas dosis de humor y romanticismo.
«Tienes que reír, a menudo en voz alta.» Echo «Hay personas que pueden hacer que incluso la descripción de un cubito de caldo sea una lectura placentera. Daniel Glattauer es una de ellas.» Der Standard |
Crítica realizada por:Isabel |
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Este libro me ha parecido tan divertido que no querría que pasara desapercibido. Es de esos que una vez que los empiezas no lo puedes soltar.
¿Se ajustó al argumento?:
Un poco resumido. Creo que se dejó en el tintero un detalle que justifica el título. Max "sufrió" en su adolescencia una experiencia tan traumática cuando besó a una chica, que desde entonces es incapaz de dar un beso sin sufrir naúseas, llegando hasta vomitar. Como comprendereis esto le ha marcado todas sus relaciones con el sexo opuesto... ¿y cómo podrá superarlo? ¿cómo podrá iniciar una relación con Katrin sin tener que darle un beso? Esa es la auténtica trama de la novela.
¿Cómo son los personajes?:
Max es un joven de 34 años, que arrastra un trauma juvenil que le lleva a una vida anodina. Colabora en varias publicaciones, con pequeños trabajos (cucrigramas, cartelera de cine...) y una pequeña columna "Esa mirada fiel" sobre su perro Kurt. Tiene muy poca vida social y es extremadamente tímido.
Katrin es hija única de un matrimonio excesivamente protector. Sus padres quieren una vida perfecta para ella, por lo tanto Katrin teme no poder cumplir las espectativas. Se siente demasiado agobiada, pero no sabe como plantar cara.
Kurt un braco aleman que es el tercero en esta relación. Porque es gracias a él que se conocen y es la excusa perfecta para que se citen una y otra vez. Es incapaz de realizar cualquier ejercicio físico y lo que menos le gusta es que lo saquen de paseo. Aunque creo que tiene alma de Celestina.
También tenemos otros personajes divertidos, como Sissi la "gorda", Paula (la "terapeuta" que trata de curar a Max), los padres de Katrin, Aurelio el ex-novio de Katrin...
Lo que más te gustó:
El ingenio que destila la narración. Esta vez el humor no recaé en los diálogos, sino en las diferentes situaciones que nos relatan. Y te lo cuenta todo de tal manera, como si fuese algo "normal" que te engancha. Kurt es todo un personaje que te hará reir a lo largo de todo el anillo.
Lo que menos:
Que fuese tan cortito... me dejó con ganas de leer más sobre estos personajes.
Una frase que destacarías:
Os pongo el texto donde Max elige a Kurt para sustituir al anterior perro que se murió de un infarto. No es que sea un gran amante de los perros, pero lo necesitaba para escribir su columna:
La asociación de cinólogos le había facilitado el contacto con la Sociedad de Amigos del Braco Alemán de Pelo Duro. Allí hasta los seres humanos tenían un aire a Kurt I. Aunque los perros, por supuesto, se le parecían mucho más: cualquiera de ellos podría haber sido Kurt. En aquel momento había cinco ejemplares en busca de dueño. Dos de ellos dormían profundamente, uno estaba medio adormilado y el otro bostezaba. El quinto —que en un primer momento también parecía estar durmiendo, lo cual llevó a Max a pensar que tras la Sociedad de Amigos del Braco Alemán de Pelo Duro se escondía la Secta del Valium—, ese otro abandonó la horizontal para incorporarse, en el ascenso se mordió el rabo y acabó manteniéndose a cuatro patas y completamente despierto. El fenómeno pareció sorprender incluso al propio perro, que no se recompuso hasta pasados unos minutos.
—Ése es Mythos —dijo el criador—, lo trajeron de Creta.
—No, ése es Kurt y se viene conmigo —replicó Max triunfante.
Esta historia nos desvela ahora una segunda tragedia. A Kurt II, alias Mythos, que a partir de ahora será nuestro Kurt, aquel día le picó una abeja. Ese vertiginoso salto fue su primera, última y única proeza: sólo esa vez se apreció en él un signo de vida. A partir de ese momento se movería tanto como cualquier nativo de Creta a las dos del mediodía en pleno julio: nada.
Puntuación:
Como no hay un anillo "perfecto", le daremos un 9.
Última actualización:
07/08/2013
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